
Las mañanas de los de los fines de semana en las carreteras de Guatemala se llenan del rugido de motores. Mientras la mayoría de la gente duerme o disfruta de un desayuno tranquilo, grupos de motociclistas se reúnen en rutas como la que conecta Antigua Guatemala con Santa Lucía Milpas Altas o bien conocida como la ruta de las cañas, la ruta interamericana, incluyendo el libramiento Chimaltenango tambien un punto estratégico para la reuniones es el mirador que esta ubidado en la ruta que conecta San Lucas Sacatepéquez con la Ciudad Capital. Para algunos, estas reuniones son carreras clandestinas; para otros, simplemente una rodada con los cuates. Pero en estos caminos, la emoción se mezcla con el peligro, y las tragedias estan a la orden del dia.

La ausencia de tráfico y la supuesta falta de presencia policial en estas horas tempranas hacen de estas rutas un atractivo irresistible para los motociclistas. Cada tramo se convierte en un escenario para la adrenalina, donde los participantes buscan sentir la libertad que ofrece la velocidad. Sin embargo, estas carreras no oficiales tienen su lado oscuro, ya que el exceso de velocidad y las condiciones de la carretera pueden llevar a lesiones o incluso a accidentes graves que en su mayoria son fatales.


Más allá de la velocidad y la competencia, estas reuniones matutinas fortalecen los lazos entre los motociclistas. Estos encuentros son más que un evento; son una tradición para muchos, donde se comparten experiencias, se ofrecen consejos y se forjan amistades. A pesar de los riesgos, la camaradería y la solidaridad son aspectos que los participantes valoran profundamente.

Las rutas mencionadas no solo son conocidas por sus vistas impresionantes, sino también por sus peligros. El libramiento Chimaltenango, con sus curvas cerradas y tramos impredecibles, ha sido escenario de numerosas tragedias. A pesar de la emoción, la falta de medidas de seguridad y la imprudencia pueden convertir una mañana emocionante en un evento trágico. Los accidentes, aunque lamentables, son una realidad constante que no debe ser ignorada.En los últimos años, se ha registrado un aumento significativo en el número de accidentes en estas rutas, especialmente durante los fines de semana. Según datos locales, se han reportado hasta un 30% más de accidentes de motocicleta en comparación con otras áreas.

Para algunos, estas actividades representan una carrera clandestina, una oportunidad de desafiarse a sí mismos y a otros. Para otros, es simplemente una rodada con los cuates, una oportunidad para disfrutar de su pasión por las motos en un ambiente relajado. La percepción de estas reuniones puede variar, pero el impacto en la seguridad de cada salida es significativo y debe ser considerado con seriedad.

Estas rutas anteriormente ya mencionadas son más que simples paseos; son un reflejo de la pasión por la velocidad, la libertad y, lamentablemente, los peligros que conlleva. Ya sea que se vea como una competencia o una rodada amistosa, estos momentos representan un escape y un desafío. Sin embargo, es crucial recordar que la velocidad y la imprudencia pueden tener consecuencias devastadoras, y que la seguridad siempre debe ser una prioridad.

