Instituido en 1846 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), cada 22 de agosto de conmemora el día mundial del folclore en memoria del arqueologo William John Thoms, quien fue la primera persona en utilizar la palabra “Folklore” en un escrito para la revisra “The Athenaeum”.
Desde esta fecha se homenajea el arte y la cultura de cada país del mundo. Se busca fomentar la cultura de apreciación de las tradiciones, leyendas, vestimentas, instrumentos y fiestas para transmitirlas a futuras generaciones.
En Guatemala el folclore es una rica mezcla de tradiciones ancestrales, influencias coloniales y diversidad cultural de sus pueblos indígenas. Este país centroamericano se caracteriza por su vasta herencia cultural, donde conviven mas de 20 etnias distintas, cada una con sus propias lenguas, costumbres y expresiones artísticas.
-Las danzas tradicionales: son una parte fundamental del folclore guatemalteco. Cada región tiene sus propias danzas que narran historias, celebran acontecimientos religiosos o reflejan la vida cotidiana. Por ejemplo, la “Danza de los Moros y Cristianos” es una representación que combina influencias españolas e indígenas, mientras que la “Danza de los Venados” tiene raíces prehispánicas y se realiza en honor a los dioses mayas de la caza y la fertilidad.
-Los trajes típicos: son otra expresión del folclore guatemalteco, y cada región tiene sus propios atuendos que están llenos de simbolismo. Los huipiles, cortes y fajas que visten las mujeres indígenas son tejidos a mano y decorados con colores y patrones que representan la cosmovisión de cada comunidad.
-La música tradicional: también juega un papel importante. El marimba, declarado símbolo nacional, es el instrumento más representativo. Su sonido acompaña fiestas y ceremonias, y su música puede variar desde piezas alegres hasta melodías solemnes que acompañan ritos religiosos.
-Las leyendas y mitos: guatemaltecos son igualmente fundamentales para entender el folclore del país. Historias como la de La Llorona, El Cadejo, o el Sombrerón son relatos que han pasado de generación en generación, mezclando el temor, la moral y la espiritualidad de las comunidades.
-Las celebraciones y fiestas patronales: también son una expresión del folclore. Una de las más conocidas es la Semana Santa en Antigua Guatemala, donde las alfombras de aserrín y las procesiones religiosas atraen a miles de visitantes de todo el mundo. Estas festividades reflejan la profunda religiosidad y la fusión de creencias prehispánicas con el cristianismo.
El folclore en Guatemala es, en esencia, un testimonio vivo de la resistencia cultural y la identidad de sus pueblos, un mosaico vibrante que sigue evolucionando pero que siempre conserva su esencia única y su conexión con las raíces ancestrales del país.